A menudo se oye decir que los alimentos congelados no tienen los mismos nutrientes que su equivalente fresco. Pero esto no es cierto.

 

 

La ultracongelación es un tratamiento térmico en el que se someten los alimentos de forma rápida a temperaturas muy bajas con el fin de impedir crecimiento microbiano maligno y la pérdida de nutrientes. Al realizarse justo después de la cosecha, captura o sacrificio, permite conservar los alimentos con todos los nutrientes que presentan cuando se inicia el tratamiento.

De esta forma, un pescado congelado en alta mar nada más ser capturado, mantiene mayores nutrientes que el pescado que después de ser capturado tiene que llegar a puerto y después al mercado. Una hortaliza congelada nada más ser cosechada mantendrá más vitaminas que la que ha tenido que viajar hasta el supermercado. Y es que en ese tiempo los nutrientes naturales se van descomponiendo, lo que no ocurre si se congelan nada más cosecharlos.

Así se desprende de un estudio publicado en junio de 2017 en el Journal of Food Composition and Analysis, en el que se comparan las cantidad de nutrientes (vitaminas A, C y ácido fólico) presentes en algunas hortalizas congeladas y en las equivalentes frescas almacenadas.

Salvo que tengas la suerte de poder consumir frutas y verduras de tu jardín nada más cosecharlas, las congeladas son una buena alternativa nutritiva.

Si quieres leer el artículo científico pincha aquí.