¿Sabías que el uso de estrategias combinadas como alta presión y temperatura puede constituir un proceso innovador para la conservación de platos preparados mejorando además su calidad sensorial y nutricional?

 

 

En las últimas décadas se han producido importantes avances en las tecnologías de conservación de alimentos tanto en las técnicas de tratamiento térmico como no térmico. Sin embargo, muchas de estas técnicas por separado tampoco son suficientes para cumplir con los objetivos de seguridad y calidad deseados.

La combinación de tratamientos es más efectiva en la prevención del crecimiento microbiano y en el incremento de la calidad de los alimentos que aquellas tecnologías usadas de manera individual.

El tratamiento de alta presión y temperatura (APT o HPT por sus siglas en inglés) permite la obtención de platos preparados ácidos y de baja acidez estables a temperatura ambiente o, de productos de larga vida útil en refrigeración. Además, esta técnica permite mejorar la calidad organoléptica y nutricional de alimentos tales como conservas vegetales, platos preparados en base a carne o pescado, productos en base a arroz y pasta, etc.

Actualmente, no hay equipos disponibles a nivel industrial pero los resultados son prometedores, con lo que es presumible que esta tecnología tenga su nicho de mercado en un futuro próximo.

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