¿Sabías que el procesamiento de alimentos contribuye a reducir la alergenicidad de algunas proteínas alimenticias?

 

 

Aunque se pueden dar reacciones alérgicas a cualquier alimento, algunas se dan con mayor frecuencia que otras. Los alérgenos alimenticios más comunes son la leche de vaca, los huevos, las legumbres (incluida la soja), el trigo, el marisco (langosta, cangrejo, langostino y cigala), las frutas, y los frutos secos, como los cacahuetes y las nueces.

Existen en la actualidad varias técnicas que reducen la alergenicidad de alguna proteínas, como los tratamientos de alta presión, ciertos procesos de fermentación o el refinado de aceites entre otros. Asi, por ejemplo, la evaporación o la esterilización de la leche desnaturaliza algunas de sus proteínas y por tanto reduce su capacidad alergénica.

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